domingo, 28 de noviembre de 2010

Anhelo de amor











Eligió el peor momento para cometer esa acción, los preparativos estaban en marcha; ya estaba a días de contraer matrimonio. El amor que sentía por él no le fue suficiente, sin saber lo que su destino le depararía lo engaño y la atracción física fue tentadora y débil para la muchacha.
Martina había conocido a Alberto en un boliche del centro de la ciudad de New York estuvieron coqueteando toda la noche y luego se marcharon juntos. Ella sabía que estaba comprometida pero se tomó muy en serio su despedida de soltera.
El muchacho le había pintado el cielo de azul con bellas palabras que la dejaron perpleja, y allí, comenzaron las dudas.
Estaba confundida y cada vez que veía la cara de su pretendiente, la culpa le carcomía por dentro, no sabía si estaba verdaderamente enamorada o era sólo una simple fantasía, el hecho es que no lo volvió a ver nunca más u decidió continuar con su camino.
Aunque intentaba no podía sacarlo de su cabeza, estaba enloqueciendo y su rostro se convertía en la auténtica cara de la mentira a sus sentimientos; en la luna de miel le confesó, él enloqueció y le dio fin a su cotidiana vida.
Hoy Martina se encuentra internada en un psiquiátrico. El motivo, intento de suicidio.
Sus padres desde pequeña la habían encerrado en su habitación de donde nunca salió porque padecía una malformación en su rostro y cuerpo, jamás conoció a nadie y el afán de sentir amor, compañía y cariño la llevó al delirio y le puso punto final a su destino.

ROCÍO BRACAMONTE