En las vacaciones de verano, mi familia y yo nos fuimos a Tierra del Fuego. Alquilamos una casa frente al mar. A la noche siempre íbamos al centro, hacíamos de todo: comíamos pizza, tomábamos helado, jugábamos en los parques. Pero cuando volvíamos a casa, apenas nos acostábamos, sonaba el teléfono y cuando contestábamos, cortaban y así continuamente y no paraba.
Al día siguiente salimos a meternos al mar, apenas salimos, vimos en la arena unas extrañas huellas, enseguida llamamos a un detective para que investigase.
Resultó que debajo de nuestra casa, se hallaba, enterrada, la mujer perdida que había salido en el diario.
Fui a la computadora y apareció un mensaje de texto que decía: “sigues tú”.
El detective se dio cuenta del misterio y le dio fin.
Todo volvió a ser como antes.
JULIETA OLDANI
