domingo, 28 de noviembre de 2010

Probabilidad - Mención de Honor










Iván no se decidía, si acudía tal vez no volvería, pensaba él, pero si faltaba nunca se repetiría esa oportunidad. Su madre preocupada, le aconsejaba que no lo hiciera, su padre por otra parte no estaba de acuerdo en que no cumpliera su deber, le dijo:
-Hijo, es momento de que hablemos de hombre a hombre, ya estás creciendo, y es hora de que sepas algunas cosas.
_ ¿Como cuáles? _Preguntó con una expresión de no haber entendido ni una sola palabra.
_Los hombres, somos los que “debemos” traer el pan a la mesa, “debemos” complacer a nuestras esposas por más difícil que sea, “debemos” cumplir con nuestras promesas.
_Y… ¿a qué quieres llegar con esto papá?
_Quiero decirte que debes cumplir con tu “deber” como hombre y hacerlo.
Muy desconcertado, Iván recurrió a su madre y ésta le dijo:
_No definitivamente no, no importa lo que diga tu padre no lo harás, es muy arriesgado y no soportaría perderte cielo.
_No lo sé. Si no lo hago ahora no lo haré jamás y como hombre “debo” hacerlo “debo” concluir al acontecimiento.
_ ¡No! tu padre, otra vez con la historia del “hombre” y el “deber”, es un machista.
_No tengo idea sobre qué preguntas debo decirle al abuelo Manuel.
Éste, ya muy anciano, con 83 años, una pierna amputada y un ojo de vidrio, lo aconsejó, con voz temblorosa:
_En mis tiempos, cuando era joven, era muy normal hacerlo, y lo usábamos para divertirnos en los días de lluvia, también lo hacíamos en el colegio, era algo muy natural, ahora parece ser gran cosa.
_Una cosa muy grande abuela, es una decisión de vida o muerte, con suerte regresaré.
_Haz lo que creas correcto, ya tienes edad para decidir.
_Gracias por el consejo abuelo.
Iván lo meditó, pensó, calculó los riesgos, escribió su testamento y se despidió de su familia, lo iba a hacer, y lo hizo.
Salió de su casa a las 4:30 y regresó a las 6:00, maravillado y quería  compartirlo con sus padres y amigos.
Ese día Iván aprendió una valiosa lección, leer no mata. Año 2080.

JUAN PABLO ORTIZ