Un día de verano, con mi familia, fuimos de viaje a Villa Carlos Paz. Llegamos a una casa donde íbamos a pasar las vacaciones.
Yo estaba acostada en mi habitación, mientras mi mamá y mi papá estaban ordenando todo y mi hermano, jugando con sus juguetes.
A la noche salimos a comer unas pizzas, llegamos nos sentamos, tuve ganas de ir al baño, corrí, me miré en el espejo. No era yo….Un monstruo se reflejaba, un ojo cuatro orejas y por nariz algo sin forma, con un solo orificio. Salí del baño gritando desesperadamente, llegué a la mesa donde se encontraban mis padres, y les conté lo sucedido. Ellos me dijeron que no me moviera de acá. Terminamos de comer y nos fuimos rumbo al centro. De sorpresa un esqueleto apareció en nuestro camino, mi papá alzó a mi hermano, salimos corriendo, entonces a entramos dentro de un negocio. Mientras mi papá estaba comprando, mi mamá había recibido un mensaje de texto que decía “vayan rápido para donde están parando, porque algo raro está pasando”. Partimos rápido para la casa, Llegamos, yo me tropecé con una piedra, me golpeé la cabeza muy fuerte y unas luces de colores reflejaban por la ventana. Era una señal de que unos espíritus nos estaban persiguiendo.
Con mi familia decidimos abandonar esa casa.
MICAELA DE LOS SANTOS
