domingo, 28 de noviembre de 2010

Hechizo de amor










La sentí siempre presente, su presencia atormentaba todo mi ser. Aquella noche ella se apodero de mí, me condenó a estar enamorado por siempre, a pensar en ella como nunca antes en alguna mujer.
No se cómo sucedió, pero me atrapó.
Toda la noche sentí sus extrañas fuerzas. Percibía su ruego para que me dirigiera a aquel lugar, por última vez, donde ella había concretado su hechizo.
Al llegar, la vi. tan radiante y hermosa como la primera vez; sus ojos me deslumbraron y su esbelto cuerpo fue mi mayor debilidad.
No comprendo cómo no me di cuenta, cómo pude ser tan ingenuo, cómo pude dejarme hechizar sólo en un sueño.

ELIANA RODRÍGUEZ