Un día, hace años, Paula y sus amigos se fueron de campamento. En una caminata por el bosque, se les apareció una víbora, los chicos empezaron a gritar. A la noche, en la carpa, nadie podía dormir, se escuchaban ruidos espantosos, se veían cosas tenebrosas. Al otro día, un paseo en canoa los esperaba. Ellos no sabían que venía una cascada y, otra vez, el coro de los gritos.
El picnic cambiaría todo, pero Matías, quien traía la canasta, se perdió. Empezaron todos a discutir:
_ ¡Matías se perdió!_dijo Laura.
_ ¡No se perdió Matías!_dijo Mateo.
_Ah, sí y ¿dónde está?_respondió Laura.
_Acá estoy _dijo Matías.
_ ¡Matías!_dijeron todos.
El pic nic no estuvo tan mal, el viaje tampoco.
_ ¿Estuvo bueno el campamento?_dijo Laura.
_ ¡Sí!_respondieron todos como felicitándola.
_ ¡Hagámoslo de nuevo!_dijo Matías.
_ ¡Sí!_ respondieron todos a coro.
AGOSTINA MOCCICAFREDDO
