jueves, 25 de noviembre de 2010

Mascota demasiado extraña - Tercer Lugar Compartido









Yo era una niña normal. Iba a la escuela, vivía con mi familia, pero un día algo ocurrió, algo muy inesperado.
En febrero, específicamente el 14, era mi cumpleaños número 12. Estaba muy feliz, mis padres me habían regalado un perrito hermoso, aunque muy raro. Tenía ojos anaranjados, cara macabra y pelaje púrpura. Igualmente estaba muy contenta.
Un día lluvioso, estaba mirando las fotos de mi cumpleaños. Mis parientes, mis amigos, el cartel que decía: “¡Feliz cumple Malena!”, estaban en las imágenes, llenas de recuerdos.
De repente, mi perro, llamado Tody, entró y me lamió la mano. Sentí algo muy extraño pero al ver la hora,  me fui a dormir sin darle importancia.
Cuando desperté, me invadió el pánico. Mi cuarto no era mi cuarto… Corrí al baño. Mi baño no era mi baño. Me miré al espejo. Yo no era yo. Un monstruo se reflejaba, un ojo, cuatro orejas y por nariz, algo sin forma y con un solo orificio. Corrí hasta desmayarme.
Cuando desperté, estaba en mi casa, mirando las fotos y Tody a mi lado, con cara de culpable.
Jamás supe qué había pasado esa noche.

JAZMÍN CABRERA