jueves, 25 de noviembre de 2010

Destino payaso - Segundo Lugar









Un día al salir de gimnasia fui a mi casa, saludé a mi familia, me bañé, comí y luego me acosté a dormir. Al instante aparecí en la cocina, no entendía nada. Caminé hacia el baño y me miré al espejo: definitivamente no era yo, así que deduje que era un sueño. Corrí hacia mi cuarto; mi cuarto no era mi cuarto, en él había un río verde, ocho maletines que hablaban, árboles en forma de vacas lilas, nubes rosas y zapatillas que volaban.
Comencé a ver poco y nada, el cielo se fue tornando de negro y todo giraba, se escuchaban gritos que decían:
 _ ¡Despierta o te enfrentarás al destino! ¡Abre tus ojos niña! ¡Despierta! ¡Despierta!
Yo cada vez más asustada, intentaba abrir los ojos. Todo dejó de girar y apareció un payaso que se reía de mí y me miraba de forma extraña.
Pregunté con voz de corajuda:
_ ¿Quién sos? ¿A dónde estoy? ¿Cómo despierto?_
 Y el payaso respondió:
_Soy el payaso del destino. Estás en un sueño. Ya no puedes despertar, es demasiado tarde.
Comencé a llorar y el payaso se reía y decía:
_ ¡Destino! Ja ja ja ja ja ¡Destino! Ja ja ja, bueno no llores, niña, basta de bromas ahora despertarás y….
Estaba en una clínica, mi mamá me decía:
 _ ¡Hola hija, gracias a Dios que estás bien!
_Mamá… ¿qué me pasó?
_Cuando salías de gimnasia te caíste de la bici y te desmayaste, pero ya estás bien.

 MALENA DONATO