domingo, 28 de noviembre de 2010

La auténtica cara de la mentira










¡Pobre de mí!, toda la vida sufriendo como una loca. Sintiéndome vacía, insatisfecha…
Por culpa de él. ¡Sí, Gerardo te odio!
Todo empezó un día de mucho calor, más precisamente con mal humor, cansados de la cabeza hasta los pies.
Así me decía siempre. Obvio que para mí, era una tremenda exageración. Por que, lo único que hacía era envasar caramelos en unos contenedores plásticos, (ya que la máquina no lo hacía). Y luego acomodarlos de forma tal, para la repartición.
Ese día, yo me sentía mal…. Nunca un cariño. Nunca una charla de “esposos”,
de esas que se comentan qué pasó en el día, las novedades, las cosas que pagar.
Llegó y se recostó en el sillón color hueso, junto al aparador. Pretendiendo que yo le llevase las pantuflas o el diario, como los perros en las películas.
Justo cuando puse milanesas a freír, se cortó la luz. Corrí hasta el cajón del baño, a buscar las velas volví y dije:
Gerardo, préstame tu encendedor, nadie contestó.
¿Gerardo?, y comencé a buscarlo, tocando objetos con las manos….
No lo encontré, Salí afuera, no estaba. Corrí hasta la casa de Pocha, mi vecina. Toque la puerta, nadie atendió.
Volví dentro de la casa, comencé a llamarlo de nuevo y ¡ningún sonido!
Me asusté tanto que fui hacia la habitación y me recosté. Pasmada, inmóvil, paralizada.
Empecé a pensar…. ¿se habrá ido?, ¿se está escondiendo?, ¿se quedó dormido en el sillón y no me escuchó, cuando lo llamé?, ¿habrá ido a revisar la cajilla de la electricidad?
Al cabo de quince minutos., volvió la luz, más asustada que antes, me llegué hasta la cocina y lo vi. ¡Estaba ahí! ¡Tirado en el suelo! Muerto…
¿Nada más para aclarar?
No, eso es todo señor juez.
Silvia se levantó del sillón. El oficial la tomó de las manos y le colocó las esposas. La llevaron al calabozo, para que cumpla con sus “tantos” años de condena.
¿Por qué Silvia no contó la verdad?, ¿En realidad así fueron las cosas?, ¿Cómo murió?
Ya a un año de la muerte de Gerardo, Silvia declaró la verdad… Ella misma lo había matado. Justo cuando él se recostaba en el sillón, lo empujó contra el ventilador y arrojó sobre él un balde con agua, lo que le provocó el corto circuito, dejando sin luz la casa.
Ella es una persona muy “especial”, sólo necesitaba “un poco de cariño”, nada más...

VALERIA NOVO