domingo, 28 de noviembre de 2010

No espero que la tormenta pare, aprendí a caminar bajo la lluvia - Mención de Honor













“Quien bien te quiere te hará llorar”. Así terminaba el libro que había empezado hace aproximadamente dos semanas…
Era un día de otoño, las hojas caían de los árboles, yo caminaba sola y desconsolada, siempre iba a caminar a esa plaza, de la cual decían que era “La plaza de los enamorados”, igual iba para despejarme de los asuntos personales. Él estaba allí, justo sentado al frente de mí, de repente saluda, yo también saludo, pero descubro que no era yo a quien saludaba, era a su novia, una gran amiga mía, que sabiendo lo que sentía por él, no le importó.
Al verlo quedé boquiabierta, recién me había enterado de aquella relación… Me paré y me fui corriendo con un vacío en el alma. Mis amigas trataban de darme consejos, que por ahí podía estar fingiendo, o no estar enamorado de ella, pero para mí ya no había alguna chance, todo había terminado, el ya tenía novia  y nunca se fijaría en mí, pero todo lo que empieza acaba, vaya  a saber lo que dice el destino.
Yo no me daré por vencida.

 PAULINA URCIA